lunes, agosto 21, 2006

Inicio de ángel


Yo lo sé: afuera
las luces anuncian que la ciudad
aún sobrevive:
Que tendrían que amarrar todos los postes
para que no se desangre.
Que el aire de la montaña
pasa arañando con su hálito y desciende
sobre la techumbre dispersa de la noche.

Pero pusiste tu lengua de húmeda estrella
sobre mi cuelloindefenso,
y mojas con tu pericia de gata el alma,
y es tu cuerpo
el más hermoso rescoldo que abrigo en mi cuerpo,
el nido pequeño que ya cabe en mis manos,
levantas la mirada
y ávida de cielos das los labios,
mariposa de todos mis deseos.

Abajo, blanden cuchillos
las hojas sedientas del temor,
pero tú, aquí, despliegas tu más hondo beso
y suples mis llagas con cariños nuevos.

Afuera, ¡hay quizá tanto afuera!,
pero aquí, en este espacio inventado,
estamos aprendiendo a no negarnos,
a ser las alas
del ángel que iniciamos.


(
Ronald Bonilla, A instancias de tu piel, 2002)

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