jueves, noviembre 16, 2006

orfeo


Quiera o no siempre apareces. Me resisto a admitir ni tan siquiera tu existencia, pero una y otra vez llegas en el preciso instante que creo que no, que esta vez no. Voy cayendo... abajo, abajo, y parece no hay fin en este abisal abandono donde todo sabe a derrota, a enésima decepción. Es entonces cuando me rozan tus alas pálidas y la mano del ángel, Orfeo fiel, tozudamente me arranca de nuevo de mis infiernos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y cómo es el ángel?? Qué cara tiene? ¿huele bien? ¡Porque eso es muy importante!

Sintagma in Blue dijo...

huele como los ángeles... ummmm.

El detective amaestrado dijo...

Insistencia de las personas...A veces, terrible, pero, tan necesaria