jueves, noviembre 03, 2016



Ya no importa. Nada importa.
Conmigo se quedan tus días
en un almanaque de siluetas.
Este recuento de palabras
será el único testigo
del espejismo caníbal de tu ausencia.

A pesar de todo,
fuiste la certeza de que era posible.
Un regalo, saber
que aún existe algo que late
bajo esta callada apariencia
de rendición mía.
Tal vez hubiese querido
que durase un tiempo más,
lo justo para guardar un par de miradas,
compartir otros encuentros
sintiendo tu piel, perra de deseo.

Recojo todos mis trastos.
Pocos.
No hay mucho más.
Te amé mientras te dejaste,
no sabes, delirio mío, cuánto.

Ahora,
por el momento,
sigo ladrándole a la noche y al olvido.


[De: Mares online, Sial, 2008]

Imagen: Richard Tushman

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